COMO MEJORAR UN ESCRITO


Mejorar una historia es posible. Como ejemplo vamos a analizar este relato que nos ha presentado uno de los participantes del taller, inquieto por no poder darle un sentido más concreto a su final. Revisado el texto nos encontramos en que la narración está contada con claridad y naturalidad, gramaticalmente bien expuesta, sin repeticiones ni sobre actuaciones, pero efectivamente, se intuye que con unas "gotas" de algún otro ingrediente, puede transformarse y mejorar. ¿Qué ingrediente podemos necesitar? 

Analicemos la historia: 
La primera parte nos relata un suceso ( el coche pincha una rueda)
La segunda parte nos cuenta cómo este inconveniente logra convertirse en algo agradable al deslizarse la conductora por un sendero rodeado de placentera naturaleza, con ello consigue que el lector se relaje y no intuya el giro de la historia.  
La tercera parte nos asombra al hacernos partícipes en descubrir un cadáver.  
La cuarta parte nos angustia en preguntarnos qué va a pasar a continuación, pero el final es demasiado "lineal" en ser precedido por una escena tan dramática. 

La solución es componer un final que sin perder la sencillez y naturalidad del estilo del autor, cuente con más "piezas" o datos con los que componer, cada uno, una, a su gusto, ese final demasiado abierto.

Las piezas o nuevos componente que hemos elegido añadir son las 4 frases finales escritas en verde. Los motivos son los siguientes: 
- La historia no debe limitarse a relatar un hecho casual, sino un hecho que sorprenda aún más al lector, por lo tanto hacemos aparecer un ingrediente (los clavos en la carretera) para convertir un simple pinchazo, no en un hecho casual, sino en una trampa diseñada por alguien a propósito, para que un vehículo se detenga. 
- Otra pieza que añadimos es que aparezca una figura como antagonista, que automáticamente unirá las piezas: clavos, casa, cadáver. 
- Y por ultimo añadimos la pieza que nos ayudará a cerrar el circulo: la protagonista regresa justamente al lugar de donde huye, la masía, por tanto, inconscientemente el lector piensa que va a reproducirse de nuevo un asesinato. O no... 
Es ahí cuando se da por finalizado el relato, que aún continuando con un final abierto, da más herramientas al lector para que éste pueda jugar a su antojo e imaginación. 

Una vez creado este final, hay que repasar de nuevo todo el relato, para sopesar si hay que añadir, cambiar o quitar alguna palabra. 
En este caso hemos creído conveniente quitar la palabra "ese día", que no aportaba nada al texto, y cambiarla por la palabra "ahí", para que refuerce la idea de que el coche se ha detenido en el lugar prefijado por el asesino, y no en otro. 
La otra palabra que hemos quitado (batería) para cambiarla por "cobertura", es también por que refuerza la idea del lugar escogido por el asesino: un lugar donde no hay manera de pedir ayuda por teléfono. 
Para finalizar, hemos añadido la palabra "apartada", porque de nuevo refuerza la idea al lector, de encontrarse en un sitio apartado, solitario, y por tanto, inquietante.  


en negro el texto original
en gris y subrayadas las palabras eliminadas
en verde las palabras añadidas 


RELATO

En el arcén de la carretera pensé que había sido mala suerte pinchar la rueda del coche precisamente (ese día) ahí. El móvil sin (batería)cobertura, y yo, incapaz de cambiar una rueda. ¿Cómo había aprobado la teórica? Hacía tantos años de eso, que había olvidado muchas cosas, bueno, en realidad nunca había cambiado ninguna. 

En el arcén de aquella apartada carretera pensé que por suerte era primavera, mi estación del año favorita. Me aseguré que la puerta del coche estaba bien cerrada y eché a andar. El sendero era estrecho pero agradable. Alrededor de él crecían desordenados el romero, el tomillo, y lavanda. Me hubiera quedado allí oliendo aquellas flores, eran unos de mis aromas preferidos. Definitivamente era un día espléndido. A lo lejos se veía una masía blanca y humilde con un gran pino delante de la puerta principal. Caminé hacia allí, parecía deshabitada. Me acerqué despacio y observé que una ventana tenía el cristal roto. Me asomé con mucho cuidado y vi algo en el suelo que me aterrorizó. Era un cuerpo, parecía un hombre, y a su alrededor un gran charco de sangre. Me quedé paralizada. ¿Qué podía hacer? Mi teléfono no funcionaba, no podía llamar a nadie. Cuando conseguí reaccionar salí corriendo hasta la carretera donde había dejado el vehículo. Esperaría a que pasara alguien y pediría ayuda. 
Fue en ese momento cuando me percaté de los clavos en la carretera, y me pregunté si aquella había sido la causa del pinchazo. Fue también entonces cuando le vi avanzar hacia mi, decidido y con el hacha en la mano. 
Corrí, loca y torpemente, hacia la casa abandonada, buscando un refugio. 


La tarea de SUPERVISAR un texto es delicada. Debe de analizarse que las frases tengan coherencia, que la trama este bien expuesta, que no se repitan palabras y en cambio se utilicen sinónimos, etc... pero siempre respetando el estilo propio de cada autora/or, que lo identifica. Eso jamás tiene que supervisarse: es su personalidad. 

En esta entrada (verde: cliclea encima) Introducción a la escritura
encontrarás consejos para iniciarte en el arte de la escritura.
(entrada más antigua del Blog)




Mª Cristina Laborda Martinez 

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